El Senado de la República, por iniciativa de Alexander López Maya, se encuentra promoviendo la Moción de Censura contra el Ministro de Minas y Energía, Tomás González Estrada, por asuntos relacionados con funciones propias de su cargo, en particular por sus ejecutorias al frente de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG).

En concreto, la Moción es promovida por aquellos hechos que por acción u omisión hayan configurado un grave riesgo de desabastecimiento de la energía eléctrica del país y el desplome de los mecanismos regulatorios que garanticen la sostenibilidad de la oferta comercial en el Mercado de Energía Mayorista con destino al Sistema Interconectado Nacional y el Mercado Regulado.

El promotor, Alexander López Maya, argumenta que el Ministro no ha sido capaz de explicarle al Senado “si a través de los instrumentos técnicos y las herramientas legales a disposición del Gobierno Nacional, se logró controlar que durante los picos de los precios de energía en Bolsa, en los meses de abril, mayo y junio de 2014 y agosto, septiembre y octubre de este año, los generadores de energía hidráulica que ofertaron por encima del precio de escasez y que exhibían una reserva disponible de sus niveles de embalses, ejercieron alteraciones sensibles o atípicas de las condiciones de mercado que pudieran afectar los precios finales”.

Además, porque “tampoco pudo establecer, verificar y controlar la utilización adecuada y sostenible de los recursos con origen en los contratos de Energía en Firme y soportados en los cargos por confiabilidad efectuados a los operadores térmicos del Mercado de Energía Mayorista durante las vigencias fiscales 2007 a 2015 que, a su vez, deberían operar como reguladores del mercado, con el propósito de controlar los precios de la oferta comercial de energía (algo que a la postre sucedió), con resultados inaceptables en materia de precio y abastecimiento durante los meses de septiembre y octubre de 2015”.

Sostiene que el Ministro Tomás González, “ha sido incapaz de responder ante la plenaria del Senado por su inaceptable claudicación de todos los mecanismos de regulación de tipo técnico, legal y discrecional del Gobierno Nacional, con destino a garantizar la prestación eficiente, continua y a un precio equitativo del servicio de energía eléctrica en el país, en explícito fracaso de la gestión de asuntos sensibles bajo cuerda de sus funciones, tal como lo demanda la Ley y la Constitución”.

Precisamente, la función de la CREG, presidida por el Ministro, es la de garantizar, a través de las distintas herramientas técnicas y legales a su alcance, la eficiente regulación de los distintos agentes y fenómenos ordinarios y extraordinarios del mercado en materia de la prestación del servicio de energía eléctrica.

López Maya recordó que en debate de control político realizado el 10 de noviembre de este año al Ministro, se generaron fuertes cuestionamientos al desempeño de los mecanismos de regulación que no operaron para mitigar los altos costos del abastecimiento bajo el esquema de la oferta agregada del mercado energético nacional.

El debate obedeció al anuncio del 27 de octubre de este año por parte del Ministro de decretar alza al costo final de venta de la energía a los usuarios mediante lo dispuesto por la Resolución 178 de 2015, de la CREG, “con lo cual se abrió la discusión nacional sobre los mecanismos de aseguramiento del mercado y la utilización de recursos con origen en los cargos por confiabilidad cobrados a los usuarios para solventar el precio de la energía durante los picos en Bolsa del mercado en períodos en que los precios de energía se ven castigados hacia el alza. Tal como sucedió en los meses de abril, mayo y junio de 2014 y se repitió en septiembre y octubre de este año, en los cuales se presentaron fuertes alzas en los precios de la energía ofertada al Mercado de Energía Mayorista a los generadores térmicos e hidráulicos, muy por encima del IPC y que por decisión de la CREG, que preside el Ministro de Minas, finalmente fueron trasladados al usuario final en el Mercado Regulado de Energía”.

En este sentido también señaló lo planteado por el Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, cuando advirtió: “No tiene sentido alguno que el precio de Bolsa haya llegado a $2.831 kwh, tal como se presentó el 5 de octubre. Esto significa que el país está pagando por energía comprada en Bolsa, más que si estuviese en racionamiento eléctrico”.

Por su parte, la Asociación de Comercializadores de Energía (ACCE) también advirtió: “Las cuentas del gremio  señalan que los usuarios  pagarán la mayor parte de las pérdidas de las térmicas, toda vez que, con base en las cifras de XM (operador del mercado eléctrico) al sumar la demanda por diferentes tipos de usuarios se observa el alza de 7 pesos por kwh implica una cifra mensual de $55.000 millones. Al multiplicarse este valor por los 36 meses que durará el cobro, el precio a cargo de los usuarios sería de $1.98 billones, es decir, el 60% de los $3.3 billones de pérdidas de las térmicas y no los $1.1 billones estimados”.

Esta escalada alcista, recalcó, “remite a la posible existencia de una presunta conducta contraria a la libre competencia en cabeza de los generadores de energía por vía hidráulica en el Mercado de Energía Mayorista, al presentar alteraciones del precio de mercado promedio o precio de escasez, que ocasionaron fuertes picos en la curva de precios a cargo de los generadores hidráulicos durante los meses de septiembre y octubre de este año, las cuales podrían estar originadas por prácticas no reportadas en el manejo de los inventarios y niveles de sus embalses, asociadas a la especulación en el Mercado de Energía Nacional, en detrimento de los principios de eficiencia, transparencia y equidad en el abastecimiento energético del país”.

En esencia, sostiene que “a través de presuntas operaciones de manejo desbordado de información privilegiada del mercado (cuya posible existencia ha sido puesta en conocimiento del competente), operadores del Mercado de Energía Mayorista podrían haber convenido la manipulación de ofertas comerciales de energía disponible que soportados en un abastecimiento limitado, preservando o alterando los niveles reales de los embalses, podrían haber presionado el precio del kwh al alza, en forma artificial, por encima de los estándares de mercado (precio de escasez) y frente a lo cual se activaron las fuentes de energía en firme de las pantas térmicas, que ante una demanda agregada superior a lo ofertado, resultaron incapaces de contener la escalada en el precio hora de energía, con lo cual se beneficiarían ulteriormente aquellos generadores que terminarían supliendo esta demanda que usualmente resultaron ser generadores hidráulicos, despachando a precios de energía kwh, muy por encima del promedio”.

De esta manera, todo “terminaría siendo un mercado imperfecto y alterado, en el cual la oferta termina colocando el precio por encima de la demanda agregada mediante un control especulativo de los inventarios comerciales, los recursos públicos y la propia inelasticidad de un servicio público que termina pagándose por un costo de oportunidad al precio final que se exija, por encima de los mecanismos técnicos y legales de regulación del mercado”.